Logística
inversa:Piedra Angular del Modelo económico del Mañana
La logística inversa
es un reto mayor para las empresas. Da respuesta a tres cuestiones
fundamentales: la criticidad del suministro de materias primas, la gestión de
residuos y los requisitos tanto normativos como sociales de sostenibilidad.
La logística inversa
se inscribe en el contexto general de la economía circular, que implica un
retorno a la fuente de las materias, y es más compleja que la logística directa
debido a la falta de visibilidad y anticipación de los rendimientos, a la
dificultad de cálculo de los costes y al carácter difuso de las localizaciones
de los productos.
Para implantarla en
la empresa, ésta debe plantearse cinco cuestiones:
1. ¿Por qué? Porque permite ahorrar recursos, limitar el daño al medio ambiente, mejorar la productividad y la imagen, crear valor en toda la cadena de suministro y cumplir con las nuevas regulaciones.
2. ¿Qué? Los flujos no se limitan a los productos al término de su vida útil, sino que incluyen productos semielaborados, materias primas, productos en garantía, etc.
3. ¿Quién? Estos flujos son complejos e implican a muchos actores en función de su origen, destino, calidad, etc., y requieren colaboraciones dentro y fuera de la industria.
4. ¿Cuándo? Existen numerosos puntos de entrada según el tipo de producto.
5. ¿Cómo? Algunas empresas se orientan hacia un cambio de materias primas: recicladas o renovables. Otras, remanufacturan sus productos; el ejemplo tipo es el de la telefonía móvil. Unas terceras racionalizan sus modos de producción o de distribución para disminuir al máximo los residuos; estandarizar los embalajes así como estudiar su ciclo de vida puede resultar en el empleo de bolsas de plástico reutilizables en lugar de cartones desechables. Por último, hay compañías que tratan de optimizar su logística de retorno en materia de transporte y almacenamiento.
1. ¿Por qué? Porque permite ahorrar recursos, limitar el daño al medio ambiente, mejorar la productividad y la imagen, crear valor en toda la cadena de suministro y cumplir con las nuevas regulaciones.
2. ¿Qué? Los flujos no se limitan a los productos al término de su vida útil, sino que incluyen productos semielaborados, materias primas, productos en garantía, etc.
3. ¿Quién? Estos flujos son complejos e implican a muchos actores en función de su origen, destino, calidad, etc., y requieren colaboraciones dentro y fuera de la industria.
4. ¿Cuándo? Existen numerosos puntos de entrada según el tipo de producto.
5. ¿Cómo? Algunas empresas se orientan hacia un cambio de materias primas: recicladas o renovables. Otras, remanufacturan sus productos; el ejemplo tipo es el de la telefonía móvil. Unas terceras racionalizan sus modos de producción o de distribución para disminuir al máximo los residuos; estandarizar los embalajes así como estudiar su ciclo de vida puede resultar en el empleo de bolsas de plástico reutilizables en lugar de cartones desechables. Por último, hay compañías que tratan de optimizar su logística de retorno en materia de transporte y almacenamiento.
Ciertamente, la
logística inversa se demuestra, aparentemente, como virtuosa. Sin embargo, no
se impondrá más que si sus usuarios hacen por canalizarla. Y es que podría dar
lugar a nuevos desajustes. Por ejemplo, el uso excesivo de materiales orgánicos
agroalimentarios podría causar un desequilibrio global de alimentos. Usándola
con mesura y equilibrio, sin embargo, permitirá superar desafíos mayores, como
lograr el ahorro de recursos, la reducción de las emisiones de gases de efecto
invernadero y una mayor rentabilidad.
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